LA OFRENDA DE FLORES
La presencia difusa del Pilar en todo
el territorio se intensifica y multiplica en los Pilares. En estas
Zaragoza se esfuerza para acoger a una multitud que la desborda y
alcanza la población flotante más numerosa del año.
Es la mayor
concentración de aragoneses que se repite en cada aniversario. La
impresionante procesión de la ofrenda es una manifestación popular,
una avenida tumultuosa de muchas gentes y sentimientos que se
mezclan como las aguas del Ebro en la crecida. Nos hallamos ante un
símbolo de grandes magnitudes y de ardua interpretación. Religioso
en apariencia es también, sin duda, un afirmación de la identidad
aragonesa, una señal, y puede que sea incluso un acto de culto y
hasta de fe cristiana sobrevenida a un paganismo ancestral. Ojalá
que cada palo aguante su vela , y su luz, en esta procesión y todos
los participantes, codo con codo, caminen juntos e iluminen esta
ciudad y el mundo donde vivimos salvando las diferencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario