DESPOBLACIÓN
En Aragón más
de la mitad vivimos en Zaragoza y la otra mitad, la que queda en los pueblos, o la
mitad de esa mitad al menos lo desea.
Más aún, todos los pueblos se
despueblan aunque no pierdan habitantes; es decir, también allí se
alejan de su forma de vida y de la tierra, se apaga el hogar y se
enciende la tele. Se pone la radio y no se escucha a los viejos. Los
vecinos salen a la calle en coche, encapsulados. El mundo va sobre
ruedas por ahí, no está aquí, en el lugar con los pies en tierra,
y la gente se enreda en la nube. En todas partes se quiere vivir
como en las ciudades. La gente se despega, y lo que se gana en
contactos se pierde en amigos.
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