PARTICIPACIÓN CIUDADANA
La
participación ciudadana supone que todos somos ciudadanos, ni más
ni menos que el portero de casa o el alcalde de la ciudad. O que
todos formamos parte del pueblo cuya es la soberanía.
Pero del dicho
al hecho, aunque lo diga la Constitución, hay un gran trecho. Una
distancia que lejos de disminuir aumenta cuando los políticos de
turno - que representan al pueblo para servirle- piden que los
ciudadanos participen más en el oficio que les compete. Si
conocieran mejor su oficio, estarían a mandar y escucharían lo que
dice el pueblo soberano como hace una servidora atenta que no
necesita que su señora le recuerde en cada instante lo que debe
hacer y menos aún que le ayude en el servicio. Me temo que cuando la
Administración llama a la participación, lo que quiere es extraer
de la sociedad civil una clac que aplauda y actúe en la función
pública que representa.
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