ANCHA ES LA VIDA Y LA MUERTE ETRECHA
Abrirse significa también marcharse o largarse. El que se va se abre.
El camino se abre por
delante y se cierra por detrás.
Un camino trillado es el de las eras: da vueltas, sin ir a ninguna parte.
Se sale por la puerta, se mira por la
ventana.
Una casa sin puerta es una tumba
No hay casa en el camino, posada acaso y en el peor de los casos un hoyo.
El camino no es lugar para quedarse.
El camino no es lugar para quedarse.
Un camino que no vaya a casa no tiene
sentido.
Salir para volver tampoco.
La vida no es una gira turística.
No tenemos aquí ciudad permanente: la
casa de todos nosotros es el Otro de todos
nosotros.
Se camina con un pie en el suelo y otro en
el aire.
Se navega empujado por el viento, y se llega a puerto gobernando la nave.
Llegados a puerto se acaba la
navegación (M. de Molinos)
Mientras tanto todo es vida y
desvivirse es vivir.
Después de todo solo se cierra el
pasado.
¿Eso es todo?
Nunca se sabe....mientras tanto.
La fe y la esperanza son virtudes del
caminante.
¿Es eterno el amor?
Eso espera y eso cree el caminante: el
que se abre.
El cadáver se queda, es una reliquia o
residuo.
Está en la fosa bajo una losa. No es
el que fue.
¿A dónde va la vida cuando se va?
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