BUEN PROVECHO
Las
personas de mi edad nacimos y nos criamos en un mundo pegado a la
tierra que comenzó hace milenios y ha terminado como quien dice
hace dos días.
Los agricultores cuidaban lo que nacía y crecía y
, educados en una ética del cuidado aprendieron a esperar con
paciencia lo que les daba la naturaleza y a celebrarlo a su
tiempo cuando cumplía. Esa ética, esa cultura, ha sido hoy
arrumbada por la técnica que ha avanzado una barbaridad hasta
borrar la diferencia entre lo que se cría y lo que se fabrica. La
ingeniería genética compite ya con los engendros de la industria en
el mercado, y disminuye la responsabilidad de cuidar conforme crece
la facilidad de producir lo que queremos. Ya hay niños a la carta, a
pedir de boca de papá y mamá. Que aproveche.
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