Una ciudad es muchas calles y una
plaza ,que las demás son patios de vecindad.
Me gusta una ciudad con un río y
muchos puentes.
No tenemos aquí ciudad permanente.
No hay casa sin puerta ni puerta sin
camino
Ni camino que no lleve a casa,
compañero.
Que la libertad, la igualdad y la
fraternidad nos acompañen.
Y que lleguen con NOSOTROS a la casa
común.
El camino no es lugar para quedarse.
La tierra es para pisarla o cultivarla.
El cielo se mira pero no se toca.
Pensar en los otros no es comprender,
en todo caso sería abrazarlos. Y mejor abrirse de par en par,
hacerles sitio. Y escucharles...
Pensar en el OTRO no es captarlo y en
absoluto definirlo. El OTRO de todos NOSOTROS no es comprensible,
si ha de ser el Padre que todo lo comprende.
Pensar en todos y en todo, eso es
pensar. Y pensar es nada si no se ama: un alto en el camino que no
lleva más lejos, una demora que no va a ninguna parte.
Y lo demás es calcular, o negociar :
ocuparse de lo que uno puede conocer y conseguir para sí mismo,
pero nunca abrirse y estar dispuesto a lo que uno puede recibir.
Lo primero son habas contadas y
contables: cosa de técnicos,científicos, burócratas, funcionarios
o banqueros.... En lo segundo está la gracia, asunto humano donde
lo haya y tú que lo veas.
Pensar en todo no es quedarse con la
boca abierta, sino con los ojos muy abiertos y más aún el corazón.
La estrella que nos guía no se toca, ni se enciende: luce gratuitamente.
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