jueves, 26 de noviembre de 2015

DESDE MI VENTANA, 59


LOS HOMBRES SE ENTIENDEN HABLANDO



Dirijo hoy la palabra a cuantos gritan su silencio contra los silenciadores asesinos,

a los que alzan la mano contra el terrorismo y a quienes la extienden como un gesto de reconciliación, a los que acogen a los emigrantes y a los seres humanos sin fronteras; pero sobre todo a cuantos no compartan mis opiniones y sean capaces de escucharme. Porque en este mundo confuso como botella agitada, en esta noche oscura de la historia, ya no podemos renunciar al diálogo con todos si queremos entendernos para vivir en paz y solo debemos rechazar como intolerable la violencia bruta o fanática que lo reprime.

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