LA
OFRENDA DE FLORES
El
Pilar se multiplica en los pilares y se desborda como el Ebro en las
riadas.
Ninguna otra manifestación congrega a tantos aragoneses,
ni mezcla y funde tantas emociones como la Ofrenda de flores a
la Virgen del Pilar. Hay aragoneses que no creen en Dios y menos en
la Iglesia y participan no obstante en esa ofrenda con igual
entusiasmo. La identidad de un pueblo es un sentimiento de
proveniencia y pertenencia y , dada su afinidad con la conciencia
religiosa en lo que respecta a su estructura, utiliza
frecuentemente símbolos religiosos para expresarse. La Moreneta es
un caso, la Pilarica otro.
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