TODA UNA SEÑORA
Hay
quien dice que la crisis económica puede ser hoy una oportunidad
para la ética.
Denunciada la avaricia y la ambición que rompe el
saco, la pereza que es la madre de todos los vicios, la gula de la
gente y el consumo insaciable, el orgullo y la soberbia de los
poderosos y todos los pecados capitales, los economistas se
acuerdan de las virtudes y los políticos de la ética. Pero esto
no es una oportunidad para la ética, sino el último negocio que le
queda por hacer a la economía capitalista . Una proposición
deshonesta de un matrimonio convencional que ni siquiera conviene a
todos los ciudadanos sino a los banqueros y en todo caso a la
economía, que siempre ha sido una malcasada y se ha casado por
interés; pero no a los pobres y a la ética mientras sea lo que debe
ser: toda una señora.
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