¿DÓNDE ESTÁN LAS LLAVES?
El camino se cierra por detrás. La llave del pasado está en el futuro; mejor,
en el ADVIENTO. Que nunca es una consecuencia, lo que sigue, sino lo nuevo.
-La fe -o la confianza, mejor- y la esperanza -o mejor la
paciencia, que es lo mismo pero en traje de faena- son peregrinas:
abiertas como dos manos extendidas hacia lo que está por ver y por venir
- ¡esa llave, Dios mío!- y como dos ojos que otean el horizonte - y
adivinan- o los pies que no paran y rastrean –barruntan, presienten o
experimentan a tramos- el sentido del caminar.........................................................hasta
llegar a casa. La casa del Padre de todos los hombres, la nuestra. AMEN
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