PARA EMPEZAR
Hay
que volver al pueblo para recuperar el sentido de la tierra, no la
herencia sino la agenda acaso o la hacienda:
Para cuidar lo que
nace, ocuparse los padres de la educación de los hijos y los hijos
del cuidado de los padres; preocuparse de lo necesario y fundamental
: la casa, el agua, el pan, y algo para beber con los vecinos;
tener un nombre y ocasión de ser amado y reconocido. Dar tiempo a
la cosecha, comer lo que se cría, vivir sin atropellos. Volver para
tener tiempo y silencio en un mundo en el que hay demasiado ruido y
movimiento. No para consumir lo poco que nos queda. Porque ese
pueblo ya no existe. Hay que ir para comenzar.
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