miércoles, 24 de junio de 2015

PARA EMPEZAR

Hay que volver al pueblo para recuperar el sentido de la tierra, no la herencia sino la agenda acaso o la hacienda:


 Para cuidar lo que nace, ocuparse los padres de la educación de los hijos y los hijos del cuidado de los padres; preocuparse de lo necesario y fundamental : la casa, el agua, el pan, y algo para beber con los vecinos; tener un nombre y ocasión de ser amado y reconocido. Dar tiempo a la cosecha, comer lo que se cría, vivir sin atropellos. Volver para tener tiempo y silencio en un mundo en el que hay demasiado ruido y movimiento. No para consumir lo poco que nos queda. Porque ese pueblo ya no existe. Hay que ir para comenzar.


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