miércoles, 10 de junio de 2015

DESDE MI VENTANA , 39


Tengo sobre la mesilla de noche un libro que guarda silencio cuando duermo, escucho a otros o ando metido en otras ocupaciones. Allí estaba como Lázaro en su tumba,

lo he abierto y ha comenzado a hablar. Al cerrarlo, ha caído la nota de la librería de Innsbruck donde lo compré hace medio siglo . En el anverso figura el título,el precio y la fecha de adquisición y al pie: “Gracias por su compra”. Y en el reverso un pensamiento: “Los buenos libros son con frecuencia mejores amigos que los hombres, ya que hablan solo si queremos y callan cuando tenemos algo mejor que hacer. Siempre dan y nunca exigen” ( Freiherr von Münchhausen)


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