La
lengua es como la piel en que vivimos, la casa que habitamos y el
cauce de la cultura en la que estamos inmersos.
La nuestra viene
del latín y no sabemos a donde irá a parar exactamente. Retirado
del culto en las iglesias, el latín ha sido ya desplazado por el
inglés en las escuelas y en las relaciones comerciales sin
fronteras. Y dentro de las nuestras, ha pasado de las aulas a las
camisetas: CARPE DIEM no es una carpa, ¿lo cogen? No se preocupen,
quienes lo lucen estampado tampoco. Ese es el tema, y el problema
que perdemos la piel sin enterarnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario