miércoles, 4 de febrero de 2015

OTRAS PENSADILLAS


LA EXPERIENCIA



Si te llevan no te enteras, a no ser que te lleven a rastras.



La experiencia es amarga, y dura la realidad.



Cuando todo va sobre ruedas, todo va bien para los que van.



Los otros no existen salvo accidente, a no ser que el tren de vida se vaya al fondo con los que van.








Una gran experiencia no es eso que se dice hoy un “evento”, es más bien un accidente.



Una herida puede ser un surco abierto, una desgracia un golpe de gracia, y un accidente un comienzo. Un evento, en cambio, es más bien una rutina.



El harto no se acuerda del que está en ayunas.



LA NATURALEZA



La naturaleza es un espectáculo -también, no solo un recurso- y sobre todo lo que está a nuestro cuidado: cuidar y cuidarse de ella - está ahí para eso- es nuestra responsabilidad.



Es como el huerto cuyo usufructo supone su cuidado, lo contrario no es un uso: es un abuso, es como matar a la gallina de los huevos de oro.



En la naturaleza hay para el hombre muchas posibilidades latentes: sacarlas fuera, ayudar a nacer y a crecer, realizar lo que puede ser es cultivar. No esquilmar.



En el descuido de la naturaleza podemos cogernos los dedos.





LA HISTORIA



Solo en la historia hay milagros ¡Y portentos de iniquidad!



La historia no está hecha, la van haciendo los hombres: es el camino que se hace al andar, con un pie en tierra y otro en el aire.



El fin de la historia no es lo que sigue naturalmente: ni el presente es la consecuencia del pasado, ni el futuro su expectativa más probable de acuerdo con la razón calculadora.



La historia no es como la imaginamos o contamos, no es un cuento. La historia es como la hacemos.



“Todos somos hijos de Dios” O en versión laica , para que todos lo entiendan: “Todos los hombres somos iguales”.



-Pido tiempo. Necesitamos mucho tiempo para poner en la historia lo que hemos puesto entre comillas.









El idealismo se precipita: Ya sea eso un artículo de fe o el principio de los derechos humanos, la fraterindad confesada y la igualdad proclamada no son la verdad realizada: lo que es. Son verdades a verificar. Y mientras tanto: lo que debe ser, es una deuda pendiente que tenemos con todas las víctimas de la historia real.





Y LA VERDAD



La verdad nace cuando se hace.



Como el hombre que, para vivir, ha de nacer todos los días.



Como Dios, que es como si no fuera -solo una idea o la Idea- si no hay fe en este mundo. Y a la inversa, que “no es” como si fuera en este mundo donde hay creyentes que lo verifican.



Donde hay amor fraterno, Dios no es una idea ni la Idea. Es el Padre.



Cuando todos seamos hermanos, todos iguales en dignidad, habrá Dios para todos: será el TÚ de todos NOSOTROS.



Mientrs tanto,dentro de la historia, cada paso en esa dirección es una prenda - o anticipo- de lo que está por ver y por venir todavía.



Dios es el OTRO y los otros el camino. Dejar en la cuneta a las víctimas es apartarse del camino.



Aproximarse a las victimas no es detenerse, ni parar. Es reparar en todos los sentidos. Y avanzar por el buen camino. Es aproximarse a Dios - tan lejano- y encontrarlo en el prójimo tan cercano.






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