LA EXPERIENCIA
Si te llevan no te
enteras, a no ser que te lleven a rastras.
La experiencia es
amarga, y dura la realidad.
Cuando todo va sobre
ruedas, todo va bien para los que van.
Los otros no existen
salvo accidente, a no ser que el tren de vida se vaya al fondo con
los que van.
Una gran experiencia no
es eso que se dice hoy un “evento”, es más bien un accidente.
Una herida puede ser un
surco abierto, una desgracia un golpe de gracia, y un accidente un
comienzo. Un evento, en cambio, es más bien una rutina.
El harto no se acuerda
del que está en ayunas.
LA NATURALEZA
La naturaleza es un
espectáculo -también, no solo un recurso- y sobre todo lo que está
a nuestro cuidado: cuidar y cuidarse de ella - está ahí para eso-
es nuestra responsabilidad.
Es como el huerto cuyo
usufructo supone su cuidado, lo contrario no es un uso: es un
abuso, es como matar a la gallina de los huevos de oro.
En la naturaleza hay
para el hombre muchas posibilidades latentes: sacarlas fuera, ayudar
a nacer y a crecer, realizar lo que puede ser es cultivar. No
esquilmar.
En el descuido de la
naturaleza podemos cogernos los dedos.
LA HISTORIA
Solo en la historia hay
milagros ¡Y portentos de iniquidad!
La historia no está
hecha, la van haciendo los hombres: es el camino que se hace al
andar, con un pie en tierra y otro en el aire.
El fin de la historia no
es lo que sigue naturalmente: ni el presente es la consecuencia del
pasado, ni el futuro su expectativa más probable de acuerdo con la
razón calculadora.
La historia no es como la
imaginamos o contamos, no es un cuento. La historia es como la
hacemos.
“Todos somos hijos de
Dios” O en versión laica , para que todos lo entiendan: “Todos
los hombres somos iguales”.
-Pido tiempo. Necesitamos
mucho tiempo para poner en la historia lo que hemos puesto entre
comillas.
El idealismo se
precipita: Ya sea eso un artículo de fe o el principio de los
derechos humanos, la fraterindad confesada y la igualdad proclamada
no son la verdad realizada: lo que es. Son verdades a verificar. Y
mientras tanto: lo que debe ser, es una deuda pendiente que tenemos
con todas las víctimas de la historia real.
Y LA VERDAD
La verdad nace cuando se
hace.
Como el hombre que, para
vivir, ha de nacer todos los días.
Como Dios, que es como si
no fuera -solo una idea o la Idea- si no hay fe en este mundo. Y a
la inversa, que “no es” como si fuera en este mundo donde hay
creyentes que lo verifican.
Donde hay amor fraterno,
Dios no es una idea ni la Idea. Es el Padre.
Cuando todos seamos
hermanos, todos iguales en dignidad, habrá Dios para todos: será
el TÚ de todos NOSOTROS.
Mientrs tanto,dentro de
la historia, cada paso en esa dirección es una prenda - o anticipo-
de lo que está por ver y por venir todavía.
Dios es el OTRO y los
otros el camino. Dejar en la cuneta a las víctimas es apartarse del
camino.
Aproximarse a las
victimas no es detenerse, ni parar. Es reparar en todos los sentidos.
Y avanzar por el buen camino. Es aproximarse a Dios - tan lejano-
y encontrarlo en el prójimo tan cercano.
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