MELONES
Y OPINIONES
La
pérdida irreparable de numerosas variedades de melones, de
gramináceas y de otras especies vegentales, es sin duda un
lamentable desastre ecológico,
que se debe a una agricultura
selectiva orientada a satisfacer la demanda de los consumidores en el
mercado. Sin embargo lo más preocupante para el futuro de los seres
humanos no es eso ni la tendencia a la uniformidad alimentaria que lo
provoca: es la pereza mental y la reducción al pensamiento único.
Porque el hombre no vive solo de pan. Ni de melones, por supuesto.
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