miércoles, 7 de enero de 2015

DESDE MI VENTANA, 17


Reyes Magos





De puntillas sobre el mundo del granero de la casa donde nacimos y asomados desde arriba al balcón de abajo, sorpendimos mi hermana y yo a los padres cambiando allí por juguetes y turrones nuestros zapatos que habíamos dejado llenos de cebada para los caballos que , por cierto , no vimos.


Apenas tenía cinco años cuando supe, aquella noche, que los Reyes Magos eran los padres. Pero si hoy saco del baúl de mis recuerdos éste que les cuento es para decir que el mundo nunca es como se cuenta. Hoy mismo sin ir más lejos, digan lo que digan los padres, los Reyes Magos  -¡ y los caballos! – son en muchas casas los abuelos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario