EL OLVIDO
En
la sociedad de consumo el pasado es la basura del presente, y éste
como flor de un día.
Del pasado nos comemos hasta la simiente y el
resto -el pasado propiamente dicho- lo tiramos. Así perdemos la
memoria y, con ella, la experiencia. A eso le llamo yo el fin de la
historia, que es estar a las últimas sin que importe nada la vida
anterior. Ni el futuro. Porque sólo importa disfrutar el presente. Pero tal
despilfarro tiene consecuencias: no aprendemos de nuestros errores
-que olvidamos, por supuesto- ni de los buenos ejemplos de los
otros- que también. Ya seamos políticos -por supuesto- o simples
ciudadanos simples, que también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario