- Mi
opinión vale tanto como la tuya.
-
Perdona, la mía no se vende: se discute.
- La
opinión que está en venta no vale nade : tiene un precio, pero no
vale nada.
-¿Estamos
de acuerdo?
No
todo es discutible, no lo son las condiciones que se requieren para
cualquier discusión; por ejemplo, la libertad de expresión de todos
y la voluntad de escuchar todas las opiniones que vengan al caso.
El diálogo tiene sus reglas que no se discuten, como en el juego que jugamos y nos juega.
Los acuerdos tampoco son discutibles, se celebran.
Solo
se discute lo que vale la pena: la opinión que no compartimos o no
entendemos, cuando hay voluntad de llegar a un entendimiento.
Escuchar solo lo que pensamos es escucharse a sí mismo. Una manera estúpida de perder el tiempo.
El diálogo es la palabra cabal, la palabra viva que avanza entre los dos hasta llegar al mar que es el Silencio sin orillas.
La palabra en vivo no es la palabra dicha, es el verbo: la palabra que nadie tiene ni se detiene , que no es tuya, ni mía, ni siquiera suya....
! QUÉ BONITO SUENA Y QUÉ VERDAD ES!
ResponderEliminar