YA
ME CONFESARÉ
La
confesión es un rito que no aprovecha a nadie si no se toma en
serio. No basta con pedir perdón para volver a empezar.
La Iglesia
primitiva excomulgaba a los pecadores públicos, los echaba, y los
reconciliaba solo si cambiaban de vida y demostraban en público que
habían cambiado. No obstante predicaba que Dios perdona a los
arrepentidos. Los políticos corruptos no confiesan lo que han
hecho, piden perdón cuando ya se sabe, no devuelven voluntariamente
lo que han robado y no se van si no los echan. Puede que estén
arrepentidos, pero cómo saberlo si no lo demuestran. Dios sabrá lo
que hace. Nosotros solo podemos echarlos.¡Fuera!
No hay comentarios:
Publicar un comentario