miércoles, 15 de octubre de 2014

DESDE MI VENTANA ,6

LA REVOLUCIÓN DE FRANCISCO

Chupó el extremo de una cuerda y la enrolló de abajo arriba en la superficie cónica de una cosa y, sujetando el otro extremo con la derecha, la arrojó al suelo. 


El niño le echó la cuerda y la elevó con ella a la altura de los ojos para soltarla de nuevo... La galdrufa siguió bailando: "Es el salto del ángel", me dijo. Salir de Roma para ir por el mundo girando siempre sobre sí mismo fue una revolución. Salir del Vaticano girando alrededor de los otros aunque sea dando tumbos por el mundo es la revolución de Francisco. Nada que ver con la otra y menos con la galdrufa.


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