A propósito de la regeneración política
-Se es bueno porque sí, gratuitamente, y malo por
muchas razones....de la razón instrumental, que es una puta
-Si la buena voluntad pudiera
producirse, todos seríamos buenos sin ninguna gracia.
-Es decir, en el supuesto de que el
artífice supiera y quisiera hacernos sin contar con nosotros.
-Pero la buena voluntad, lo único bueno así en la tierra como el cielo, no se fabrica.
-Pero la buena voluntad, lo único bueno así en la tierra como el cielo, no se fabrica.
-Como eso no es posible, ser bueno es
una gracia por la gracia de quien nos hizo libres...y responsables.
-Hay que desear que todos sean buenos y
dar ejemplo. Pero hay que gobernar a pobres diablos con leyes que se
cumplan y para eso no basta que sean justas, es preciso que
convengan a todos y que la mayoría, que ya es decir, así lo entienda..
-La política no es una técnica,
aunque también; la política es el arte de lo posible, y pertenece a
la filosofía práctica. Y antes que expertos, para gobernar, se
necesitan personas honestas y prudentes.
-Hacer la vida no es hacer cualquier
cosa, es hacerse persona. Es vivir y gobernarse a sí mismo, como
hombre libre y responsable.
-El que no sabe gobernarse a sí mismo, no puede gobernar bien a los demás.
-El que no sabe gobernarse a sí mismo, no puede gobernar bien a los demás.
-Sin buenas personas no hay salida. Pero la crisis moral no se supera apelando solo a la buena voluntad para salir de la crisis económica o de cualquier otra. Se es bueno porque sí, y la buena voluntad es muy digna: es un fin en si misma y nunca un medio.
-En el mundo de la política importa más la justicia que podemos hacer. Los políticos deberían hablar más de ella - y practicarla, claro- y predicar menos, si quieren que los ciudadanos entiendan lo que les conviene y a todos nos conviene: ser ciudadanos justos y solidarios.
- Todos somos unos pobres diablos y en general hacemos lo que nos conviene, si al menos fuéramos inteligentes...Pero no todos lo somos, y los políticos en ejercicio son la prueba.
- Apelar a la regeneración moral cuando interesa a la política o a la economia, no levanta la moral de los ciudadanos: la deprime. Lo que hay que hacer son buenas leyes y practicarlas. Todos, empezando por quienes las hacen.
-En el mundo de la política importa más la justicia que podemos hacer. Los políticos deberían hablar más de ella - y practicarla, claro- y predicar menos, si quieren que los ciudadanos entiendan lo que les conviene y a todos nos conviene: ser ciudadanos justos y solidarios.
- Todos somos unos pobres diablos y en general hacemos lo que nos conviene, si al menos fuéramos inteligentes...Pero no todos lo somos, y los políticos en ejercicio son la prueba.
- Apelar a la regeneración moral cuando interesa a la política o a la economia, no levanta la moral de los ciudadanos: la deprime. Lo que hay que hacer son buenas leyes y practicarlas. Todos, empezando por quienes las hacen.
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