jueves, 19 de junio de 2014

PEnSADILLAS, 6.

- Ocurrencias al pie de la noticia, no de los caballos. Y al margen de los eventos: no tengo razón alguna que me lleve a ver las carrozas.

- Escribo solo por imperativo real. Ahí van, y gracias a mis lectores.

-Somos un pueblo de reyes: a falta de uno tenemos dos, uno que no gobierna y otro tampoco.

- Uno que ha dimitido y representa al pasado que fue: una reliquia, y otro que es una prenda del futuro que puede ser.

-Felipe VI representa al presente, no al futuro que no existe y como tal resulta ser  impresentable.




-¿Somos un pueblo de reyes? ¿O la suma de individuos con un rey en el cuerpo cada uno?

-Somos el pueblo soberano que no dimite, pero que no siempre gobierna  y que demasiadas veces hace dejación de sus responsabilidad.

- No es lo mismo que cada uno haga su real gana siempre que pueda que poder y  hacer juntos la voluntad general.

-Por eso los demócratas reales son aquellos que acatan siempre la voluntad de la mayoría y no piensan siempre como la mayoría.

-Los Reyes son un símbolo histórico de la nación , reinan pero no gobiernan.  Lucen la dignidad del pueblo soberano y, a veces, la deslucen.

-Es el Gobierno legítimo el que representa al pueblo soberano y, a veces, lo suplanta.

-De los Reyes, que no dan órdenes, se espera que den ejemplo. Y que no pierdan la autoridad que no se hereda ni se adquiere por elección popular.

-La autoridad es algo muy personal: depende de lo que uno es, no de lo que representa. La autoridad es la que uno merece, la que se gana. La autoridad  vale por sí misma, aunque no se reconozca.

-La autoridad no depende del ganado que le sigue a quien la tiene: de las ovejas, ni de las cabras que se desmandan.

-Las ovejas  no saben por qué siguen al pastor  y el pastor sabe a donde las lleva. Todos los pastores son ganaderos.

-También en la Iglesia tenemos dos Papas, una reliquia y una prenda.

-La tradición solo merece un respeto cuando es tradición viva, no un depósito en el  que descansa el pasado o el granero del que viven solo los que se comen hasta la simiente. Que eso es la "traición consagrada".









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