viernes, 23 de mayo de 2014

¡ A VOTAR !

ELECCIONES AL PARLAMENTO EUROPEO 2014
DECLARACIÓN DEL SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN PARA LA PAZ (SIP)

La Fundación Seminario de Investigación para la Paz de Zaragoza (SIP) ante la
próxima cita electoral europea desea poner de manifiesto algunas reflexiones:



1. Europa se enfrenta a problemas y retos complejos, que suscitan recelos y
escepticismo en no pocos ciudadanos. Sin embargo la construcción de Europa
como un gran espacio de integración económica y política, de equidad social y
derechos humanos, de paz y apertura mundial, es una meta que creemos
vigente y que constituye el horizonte deseable para nuestro país en el marco de
un mundo interdependiente.
2. El Parlamento Europeo es la única institución europea que procede del voto
directo de los ciudadanos europeos, en elecciones que se celebran cada cinco
años. Es, por tanto, la institución que representa directamente a la ciudadanía
europea y que ejerce el control democrático a escala europea. Con la última
reforma adquiere por fin competencias que corresponden a su naturaleza.
3. En efecto, las elecciones al Parlamento Europeo de 25 de mayo de 2014 son
diferentes a las de legislaturas anteriores, ya que serán las primeras realizadas
con el Tratado de Lisboa vigente. El Tratado de Lisboa prescribe que el
Parlamento Europeo apruebe junto con el Consejo –los Ministros nacionales‐ la
legislación europea y el presupuesto. Ese Tratado además introduce la novedad
de que el Presidente de la Comisión saldrá del partido político ganador de las
elecciones europeas. Por tanto, en las próximas elecciones se abre la puerta a
una mayor democratización de la Unión Europea.
4. Es preocupante que las elecciones europeas de los últimos años han
experimentado un ascenso de la abstención en todos los países. La
participación en la pasada cita de 2009 sólo alcanzó el 43% del censo, lo que
parece explicarse por la lejanía que sentimos los ciudadanos respecto a la
Unión Europea, organización política que ni conocemos, ni creemos que afecta
directamente a nuestra vida diaria o lo hace negativamente. Por ello pensamos
quizá que nuestro voto no sirve para nada.
5. La reciente crisis financiera y económica ha puesto de manifiesto claramente
que las decisiones adoptadas en el seno de la Unión Europea afectan directa y
dolorosamente a la vida de todos y cada uno de los ciudadanos europeos. Esas
políticas europeas se traducen en políticas nacionales, en ocasiones diferentes
de aquellas que se comprometió a desarrollar el propio Gobierno en su
programa electoral. Llamamos la atención sobre la utilidad e incluso necesidad
de participar en las elecciones europeas para indicar, a través del voto, el tipo
de políticas que deseamos sean desarrolladas desde la Unión Europea.
6. Las próximas elecciones europeas, las primeras bajo el Tratado de Lisboa como
hemos recordado, obligan al Consejo Europeo a que proponga como Presidente
de la Comisión a un miembro del partido político ganador en dichas elecciones
europeas. Suponen, por tanto, la elección indirecta del Presidente de la
Comisión Europea y con él la votación de un programa de gobierno para la
Unión Europea.
7. Los partidos políticos europeos se han mostrado comprometidos con el
proyecto de democratizar la Comisión Europea, cada uno ha nombrado su
candidato a Presidente y ha acordado un único programa político a defender
por los partidos nacionales en todos los Estados miembros. Ese candidato, si
los partidos nacionales lo permiten, hará campaña en todos los Estados
miembros, explicará su programa político, y lo debatirá con los candidatos
propuestos por las otras formaciones políticas europeas.
8. Si esta iniciativa consigue imponerse a los intereses de algunos Gobiernos
nacionales, tendremos al frente de la Comisión un Presidente votado
directamente y con un mandato para desarrollar el programa más votado.
Tendrá la capacidad requerida para defender el interés común europeo.
9. Sin embargo, no podemos ignorar el interés de algunos líderes nacionales en
minar esta iniciativa para poder seguir controlando, desde las dinámicas
intergubernamentales del Consejo Europeo, las políticas europeas. Está quizá
en su mente desmotivar la participación ciudadana, para lo cual basta con no
dar protagonismo en el debate político nacional, ni al candidato, ni al programa
europeo, y seguir presentando estas elecciones como si fueran sólo un ensayo
general de futuras elecciones nacionales.
10. En el actual contexto de crisis debemos valorar la implicación ciudadana en las
próximas elecciones, ya que es la primera vez que desde las urnas es posible
votar el proyecto europeo que queremos entre las diversas alternativas
políticas que se presentan. Contrarrestar las tendencias negativas del
escepticismo, del inmovilismo o de intereses particulares pasa por alcanzar una
alta participación que los Gobiernos no puedan ignorar. El futuro de un mejor
proyecto europeo y de su democratización exige que la ciudadanía perciba que
su voto sirve para mucho más de lo a veces cree. Por eso consideraremos
positivo y animamos a un esfuerzo generalizado de participación con un voto
debidamente ponderado.
Fundación Seminario de Investigación para la Paz (SIP) www.seipaz.org
Zaragoza, 1 de abril de 2014

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