LA METÁFORA DEL CUERPO
La cabeza y el corazón
En la cabeza la mente
tiene su asiento,
y el corazón es la fuente
del sentimiento.
El sentir que acompaña
al argumento
no es el cauce ni el agua,
y nunca el tema
Pero el río no canta
si el corazón no suena.
Las manos
Van a lo suyo las manos
que es por lo menos lo nuestro
- ¡y a veces lo de los otros!-
las dos de común acuerdo!
Sacan la forma del barro
Y de la harina que está
amasada en una artesa,
para el cuerpo hacen el pan.
Los pies
Son el soporte los pies,
mas nadie solo con ellos
sin la cabeza y las manos
irá demasiado lejos
Marchar así, mas que ir
en vida con alma y cuerpo,
es ya dejarse llevar
por otros al cementerio.
La piel
Es la piel de tu cuerpo
saquito
de las entrañas,
y tus dos ojos son
-con las pestañas-
los dos balcones del alma
Los ojos
Mi cuerpo
delante está
de tu casa
y detrás de los ojos
mi alma
Tu cuerpo
se asoma
por la ventana
y detrás de tus ojos
el alma
Tus ojos son para ver,
y lo que es más asombroso:
porque son esos también
los dos para sorprender
Los oídos
Son los oídos la puerta
natural de la palabra
siempre abierta para ella,
que la boca no la traga.
[Advierte que los oídos
la oyen y no la hablan:
solo la dejan entrar
¡y sin preguntarle nada!]
La boca
La boca es muy singular:
sirve para comer,
sirve también para hablar
¡y a veces para silbar!
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