No es el caso de
criticar a la escuela como institución laica que pretende sustituir a la "iglesia fuera de la cual no hay salvación". Ni hablar de la escolarización que ha desplazado en la escuela a la catequesis -no al método aunque sí al programa y a los contenidos- para que los alumnos consuman conocimientos como hamburguesas y comulguen con otras ruedas de molino si es preciso para aprobar en los exámenes. Y aunque éste fuera el
caso, la ocasión no es propicia al comenzar estos días el rito más necesario que
nunca para estimular el consumo. Pues
solo el que aprende a consumir conocimientos está dispuesto a consumir lo que
le echen, y eso es lo que importa según parece si se quiere salir de la crisis económica lo antes posible.
Aprender a pensar y aprender a vivir, aprender a escuchar y aprender a hablar, aprender a conversar y a convivir: la
educación en suma, tendrá que esperar una vez más. Criticar
la adicción a las marcas, a los artículos de reconocido prestigio, a los
ordenadores y a los expertos, al último grito de la moda, a las nuevas tendencias, a la gastronomía
de autor, a degustar la historia,a celebrar la liturgia de los grandes eventos deportivos o políticos, al usufructo del ocio y del negocio , y a todo cuanto se enseña en
este mundo mundial a los feligreses del
Mercado - un dios omnipotente y omnipresente cuyo primer mandamiento es el
consumo- parece hoy impertinente. No entraré en ese berenjenal, que me tienta, para no irritar a los nuevos clérigos ni provocar a los fieles practicantes del sistema. No obstante, he de confesar y confieso aquí mi rechazo al dogma fundamental de la escuela y de la iglesia como instituciones establecidas: que sea necesario ir a misa o a clase para salvarse. Perdonen la impertinencia. Y reivindiquen conmigo el derecho de todos a la educación. Así como el derecho a hacer preguntas a todos los clérigos, profesionales, ministros, curas o maestros aunque no tengan una respuesta en sus libros. Me rebelo contra la pretensión de interrogar a todos sin admitir de nadie cualquier pregunta.
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