miércoles, 26 de junio de 2013

POR UNA ENSEÑANZA CRÍTICA Y UNA EDUCACIÓN HUMANISTA



La escuela pública,universal, obligatoria y gratuita  es un invento de la Ilustración. Los ilustrados lo esperaban todo de la escuela, como antes los clérigos de la Iglesia. Comenius la presentó incluso como el único camino para llegar a la perfección humana y a la paz mundial y por eso tituló su libro La vía de la luz (1641) Los ilustrados creían firmemente que fuera de la escuela no hay salvación.


 Pero muchos maestros de escuela - por no hablar de los ministros de educación- han traicionado después a la Ilustración humanista como hicieron antes los curas con su Evangelio. Y en vez de cultivar al hombre y educarlo para la libertad y la  emancipación, como ciudadanos responsables, lo han instruido y adiestrado para el consumo de conocimientos acreditados  y otros productos de marca. Es extraño que se hable hoy tanto del fracaso escolar y nada de la muerte de la escuela que anunciaron I. Illich y E. Reimer hace cincuenta años. Porque el problema de la educación es el fracaso de la escuela como sistema  experto que discrimina los contenidos a transmitir   y las preguntas que van para exámenes o que pueden hacerse solo si hay respuestas  establecidas. Es la "catequesis" como método de preguntas y respuestas y las pruebas a las que se somete a los alumnos.Y es la escolarización, la madre del cordero: de todos los corderos que en el mundo han sido. Contra lo que vale aún la consigna de Kant: ¡Sapere aude!  Porque la "excelencia" que propugna el Sr. Wert es la graduación de unos  pocos  a costa de la degradación de muchos. Y todo eso para que España sea más competitiva. ¡Ya vale!











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