Es lamentable: "Uno puede salir
de la escuela sin haber leído la Biblia". Pero bueno, ¿ya
están otra vez los curas con la tabarra? Pues mira, no. El que
lamenta que no se lea la Biblia en la escuela ha sido esta vez el
director del periódico L'Unitá, que es para los comunistas
italianos lo que el Observatore Romano para los católicos.
Más aún, ese periódico ha comenzado a distribuir la Biblia entre
sus lectores para paliar las carencias de la escuela. Los primeros
fascículos editados y distribuidos por L'Unitá, contienen el
evangelio según San Marcos y un prefacio del cardenal Carlo Martini.
El director del periódico comunista justifica la iniciativa diciendo que la
Biblia es patrimonio de la humanidad y que está en las raíces de
nuestra civilización.
Mientras tanto, aquí en España, ha
vuelto la polémica sobre las clases de religión. Los obispos
insisten en una enseñanza confesional, optativa e integrada en el
"curriculum" escolar. Los defensores de la escuela laica se oponen: "La
catequesis en la iglesia", dicen. Sí, pero la Biblia en la
escuela. Una asignatura de cultura religiosa para todos, entendida
como información y exposición responsable de la Biblia y de la
tradición cristiana – no como catecismo ni alternativa a la ética,
claro- contribuiría al diálogo en una época en la que confundimos
la tolerancia con la indiferencia y la diferencia con el fanatismo. Y
beneficiaría a todos. Porque no es cristiano el que se traga la
Biblia, ni culto el que la ignora.
11-11-1994 [Publicado en esa fecha, sigue siendo actual. Dudo que haya verdades eternas, pero hay errores que lo parecen]
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